Cipolletti cerró el año empatando 2 a 2 ante Guillermo Brown
de Madryn por la 17º fecha de la zona Sur del Argentino A. El resultado terminó
siendo justo, sobre todo por los altibajos que tuvo el Albinegro en el
transcurso del juego, que le permitió a la visita agrandarse en La Visera de
Cemento.
El clásico patagónico esta vez no fue para nadie, pero la
sensación que quedó fue que los chubutenses se llevaron un punto valioso y el
Capataz perdió dos, y no cierra el año en el lote de los cuatro mejores clubes
de la zona Sur.
Lo mejor de Brown fue Diego Giménez, intratable para la
defensa albinegra. El delantero, autor de los dos goles de su equipo, tuvo en
sus pies las mejores chances para la visita y le perdonó la vida en varias
oportunidades a los cipoleños.
El trámite comenzó complicado para el Capataz, que a pesar
de tener la posesión del balón cometió errores graves en la salida. Además, le
costó resolver los centros que llegaban al área por arriba. A los 16 minutos,
Giménez puso en ventaja a su equipo tras un cabezazo en soledad.
Cipo reaccionó, pero le costó demasiado llegar al arco de
Matías Dituro. Oscar Negri fue el socio que buscaron en prácticamente todas las
llegadas del Albinegro. Antes de cerrar el primer período, Kevin Guajardo, de
gran despliegue, le dio la última chance a su equipo: recuperó en tres cuartos
de cancha y el ex Cipo Nicolás Ballestero debió derribarlo cuando se iba solo
al gol. González se encargó del tiro libre que terminó siendo despejado por la
defensa.
En el complemento, Alecha ingresó por Guajardo. El delantero
le dio oxígeno al equipo y en la primera pelota que tocó también le dio el
empate. A los 2 minutos, el Tortugón de cabeza puso el 1 a 1.
Era el panorama perfecto para Cipo, que tenía por delante
más de 40 minutos para ir por el triunfo. Esa diferencia llegó a los 17m, por
un remate por derecha de Negri. Hasta ahí, todo bien. Pero el Capataz se quedó
y no supo cómo mantener el tanteador a favor. El técnico de Brown, Luis Murúa,
sacó gente del mediocampo y metió tres delanteros. Sin embargo, Giménez
continuó siendo lo más importante en el ataque de la visita. Antes de llegar a
la igualdad, los de Madryn tuvieron tres oportunidades, y todas pasaron por los
pies del atacante. Finalmente, el gol llegó desde los doce pasos, después de
que Javier Solís bajara en le área al autor del gol. Domingo Perilli se jugó su
última carta: Matías Urbano. Pero ya no había tiempo para mucho más.
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