Por Nico Diaz
Mano de Cristian Martínez. Penal y gol de Unión de Mar del
Plata. Cuarta derrota en fila de Cipolletti. Rogger Morales declaró en el
vestuario y el final de su era fue cuestión de horas. Las reuniones post
Alvarado habían dejado en claro cuál era el momento de la relación
técnico-dirigentes.
Vamos por parte. Cipo tuvo ante Unión los mejores 30 minutos
en varios partidos. Protagonismo ante la situación y pasajes de buen juego que
hicieron soñar que no todo estaba perdido. Mariano y Nico Alegría pasaron al ataque.
Chironi, sin obligaciones defensivas, mostró que es distinto y le dio identidad
al equipo. Vergara con su vértigo enseñó el camino, otra vez. Si hasta Negri
pisó el área después de mucho tiempo.
Pero no la metió!!!! Alecha no está de liga y sus laderos no
ayudan demasiado en la causa. Con Weisser, el empuje esta asegurado. La falta
de claridad también.
El 0-1 ante Desamparados, debió dejar enseñanzas. Pero
Cipolletti cayó nuevamente en la trampa de la locura e impotencia. La boba
lógica dice que siempre es mejor empatar que perder. Entonces porqué quitar de
vista el horizonte y regalarse en el fondo?? Porqué la mano del líder
Cristian??? Hoy con esos 2 puntos( desamparados y unión) el albinegro estaría
más cerca de la clasificación. Pero, ante la cruda realidad, estaría más
alejado del descenso. Ahora, lo ve a solo 4 unidades.
Por eso, la salida de Rogger se dejó entrever en sus
palabras tras la derrota. Es el momento en que los entrenadores no le
encuentran la vuelta. No le llegan al plantel. Y los directivos le sueltan el
brazo al tiempo que lo bancan en los medios.
La realidad del Capataz marca que por esas cosas del fútbol
y resultados afines, tiene la chance de jugar una finalísima en San Luis. De
ganar y clasificar. De ganar y olvidar el descenso. Lo claro, es que será sin
Morales en el banco. Suena el Mingo Perilli como sucesor. Llamado a la
historia!!!!
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