Para los hinchas es una suerte de prócer. Es el técnico de
Cipolletti más exitoso en tiempos contemporáneos, y el que todos quieren.
Hinchas, dirigentes, jugadores. La sensación general es que Domingo Perilli
continuará al frente del plantel superior, aunque también suena a que la
reuniones con la subcomisión de Fútbol tendrá mucho de partida de ajedrez.
Mingo, por lo pronto, ya marcó la cancha: "Cuando volví de apuro me puse a
disposición sin mayores pedidos, pero hoy voy a poner mis condiciones".
Las básicas: "los jugadores los elijo yo y es necesario enfocar el trabajo
fuerte en las inferiores, sin quedarse en las palabras".
La verdad es que la relación entre el DT y los dirigentes es
muy buena. Se respetan y entienden que caminan en busca de un objetivo común:
"ordenar el fútbol y llevarlo hasta lo más alto". A partir de ahí,
los grises. Los dirigentes desean a Mingo como DT por un par de años,
incrementar el presupuesto y pelear por una clasificación, pero a la vez
trabajar más y mejor en la cantera y tener fuerte injerencia en las
contrataciones donde, creen, fallaron y mucho. A Mingo no le desvela demasiado
la idea de dirigir y preferiría coordinar el fútbol general. Ordenar las
inferiores, profesionalizarlas, "terminar con la sanata de décadas" y
hacer un proyecto serio para formar jugadores que en un futuro cercano suban al
plantel superior.
Es un hombre sistemático Perilli. Cree que los detalles son
fundamentales y entiende que hoy no hay clubes que hagan todo bien.
"Exitoso es el que menos se equivoca". Es decir, la disyuntiva está
en la función de Perilli. Y como los dirigentes no claudicarán en la idea de que
siga como DT, las condiciones de Mingo aumentarán.
Hay pocas frases que se escuchen tanto en los clubes de la
región –en todos, indiscriminadamente– como aquella "hay que trabajar las
inferiores, potenciar las formativas". Una frase que siempre cae en bolsa
rota. "La única certeza que tenemos es que como se trabajó en los últimos
10, 15 años, no va más, porque está claro que para jugar por el descenso hay
que hacer muchas, pero muchas macanas. Creo que lo bueno del Cipolletti actual
es que hay muy buen material humano en las inferiores, pero falta enfocarse
más. Es decir, si hay 15 directivos en el fútbol, que 10 se aboquen a las
inferiores y 5 al Argentino A, porque después, en las definiciones, todos se
hacen un tiempo para el Argentino A".
–Siempre se habla de trabajar las inferiores y después,
nada.
–Hay que hacer un trabajo ordenado, con objetivos claros,
como una empresa. Hay que poner objetivos. En el Argentino A no se puede
seguir, es cierto. Entonces hay que decir 'bueno, en 5 años hay que estar en la
B Nacional'. Pero el tema es cómo. ¿Trayendo 15 jugadores por temporada? No, es
necesario potenciar las inferiores no para vender, si no para que jueguen en
Cipolletti en un nivel aceptable. Hay que dejar de depender de las ganas o el
dinero de los dirigentes de turno. Hay que diagramar un proyecto, pensar
funciones, capacitarse, tomar decisiones, echar al que haya que echar... Lo
bueno de la actual dirigencia es su entusiasmo, la inteligencia y que no tiene
vicios políticos.
Perilli estuvo en varios ciclos, incluso fue integrante del
gerenciamiento. Sabe que hablar de enfocar los mayores esfuerzos en las
inferiores puede sonar a "discurso antipopular, porque es algo que se ve a
largo plazo". Pero también entiende que este es un "momento único"
porque "los dirigentes tienen la frialdad que se necesita para tomar por
el camino que no todos toman, buscan lo mejor para el club. Yo se que
Cipolletti debe competir en la B Nacional, pero eso debe caer por decantación,
no porque un Mesías viene, pone plata y después de va".
–Todos los dirigentes, incluso del fútbol grande, confiesan
que es casi imposible sostener los proyectos por las presiones.
–Es verdad, pero acá en Cipolletti cuánta gente va a la
cancha. Si descendíamos nos iba a doler, pero el miércoles todo el mundo seguía
con su vida. Yo hablo de cosas concretas. Esta temporada se trajo jugadores que
salían 15 mil pesos por mes, y no rindieron. Son 150 mil pesos al año por cada
uno. ¡Sabés cuántas cosas hacés en las inferiores si te ahorrás ese dinero! Hay
que ver con el presupuesto que se va a tener ahora y a partir de ahí plantear
objetivos.
–¿Y si tenés 200.000 pesos como en la temporada que pasó?
–Armar un equipo para no descender, para mantenerse, y poner
más plata y recursos en las inferiores. Tenemos que generar las condiciones
para que los chicos de la zona no se vayan más a los Banfield, a Arsenal, que
vengan acá. De Cipolletti se iban jugadores a la CAI, es una vergüenza. Hay que
sincerarse y trabajar verdaderamente para que crezca la estructura, para que
cada vez se sumen menos refuerzos. Tenemos que lograr que jugadores de 15 años
lleguen al plantel profesional con la mayor cantidad de conceptos acumulados.
Pero hay que dejar el verso de lado y ponerse a trabajar, porque de esto se
habla hace 20 años y no pasa nada.
–Los dirigentes creen que no vas a tener problemas en seguir
como DT.
–Yo tengo una relación bárbara con ellos, es más, creo que
de los últimos años son los que tienen las cosas más claras. Pero también te
digo que si no estamos todos de acuerdo en un proyecto global para el fútbol,
no creo que dirija el Argentino A.
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